TERRORISMO DE ESTADO EN MÉXICO

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El pasado 26 de septiembre 43 estudiantes, que se manifestaban por el derecho a la educación para los sectores populares, fueron detenidos y desaparecidos por miembros de la policía mexicana en la localidad de Guerrero. Esta acción criminal, no constituye un hecho aislado en ese país hermano, se inscribe en el marco político del Terrorismo de Estado que gobierna México.Es toda una clase política que sirve históricamente a los intereses de los sectores privilegiados que concentran el poder económico del territorio. Hace 46 años en Tlatelolco se manifestó esta tendencia asesina contra el movimiento estudiantil y popular. Esta política prosigue en la actualidad cuando mata a los maestros opositores en Oaxaca, o libera a policías vinculados a violaciones en la localidad de Atenco.

Los estudiantes normalistas no solo luchan por el Derecho a la Educación, también participan activamente en las luchas contra las empresas mineras y la construcción de represas que degradan las condiciones de vida de los pueblos de la región.

Desde la Secretaría de Cultura de Ademys queremos destacar de la información que nos llega, el discurso, el relato, el “sentido común” que se intenta construir en dicho país para “legitimar” este terror : los docentes son estigmatizados constantemente desde el poder, de ser responsables de la ineficiencia del sistema educativo y de tener poca predisposición para el trabajo. Paralelamente la lucha, la organización popular y sindical para exigir justicia por parte de estudiantes, docentes y trabajadores en general es equiparada a una situación de inseguridad equivalente al delito, al narcotráfico y todo tipo de conducta delictiva.

La experiencia nos enseñó que nada en América Latina constituye un hecho aislado, que el drama de cada pueblo nos debe servir para comprender situaciones estructurales comunes de nuestras sociedades, y por lo tanto redoblar los esfuerzos por mantener y profundizar los derechos conquistados por las luchas populares.

La judicialización de la protesta, la estigmatización de los luchadores populares, el gatillo fácil para terminar con el delito, abren la puerta al Terrorismo de Estado.

La denuncia y solidaridad con el pueblo mexicano, debe servirnos para comprender que la profundización de la democracia en nuestra región está íntimamente ligada a la superación de la desigualdad social.

Secretaría de Cultura – Ademys