Cada febrero los medios y el gobierno se alinean para discutir cuánto deberíamos ganar los docentes. Queremos ser claros: cada docente debe ganar el equivalente a la canasta familiar. Durante el 2016 los docentes sufrimos una pérdida del poder adquisitivo de nuestros salarios y el gobierno nunca compensó esa diferencia salarial. Ahora Larreta en la jurisdicción más rica del país nos ofrece un 12% en tres cuotas lo cual ni siquiera se condice con el cálculo oficial del gobierno del 15 % de inflación que ya nadie se cree y constituye un techo a las paritarias.  Este ataque a los docentes y a los trabajadores en general no es únicamente una política de Larreta y Acuña, el gobierno nacional deja muy en claro a favor de quiénes juega en cada una de sus políticas: siderales aumentos en las tarifas de transporte, luz, gas, agua y nafta, miles de despidos y suspensiones, el aumento de la inflación, la pérdida de poder adquisitivo, y el preocupante aumento de la cantidad de pobres e indigentes en nuestro país son parte de una política del gobierno contra toda la clase trabajadora. Por eso desde Ademys exigimos un aumento salarial no inferior al 30 % en una única cuota que se incluya en nuestro sueldo básico, la indexación mensual para enfrentar la inflación y el blanqueo de todas las sumas en negro.

Los docentes además tenemos una gran parte de nuestro salario “en negro” lo cual genera un “achatamiento de la escala” haciendo que un docente con antigüedad gane casi lo mismo que un ingresante a la docencia e impacta en la baja de las jubilaciones, seguimos pagando el impuesto al salario mal llamado “ganancias” y las asignaciones familiares no se actualizan hace casi una década. Pero estas no son las únicas demandas que presentamos al gobierno, muchos de los problemas ustedes pueden verlos cotidianamente: necesitamos urgente un plan real de construcción de escuelas, la solución de los graves problemas de infraestructura y que se garanticen las vacantes para todxs los niños y niñas de la ciudad. Además exigimos que se retire inmediatamente el proyecto de disolución de los profesorados públicos bajo la creación de la “UniCaba”.

Necesitamos organizarnos en conjunto desde las escuelas y las calles, en defensa de nuestros derechos como trabajadores y trabajadoras de la educación y frente a la vulneración de derechos de los niños, niñas y adolescentes.  Queremos construir un plan de lucha que derrote la reforma educativa que impulsa el gobierno que afecta a todos los niveles y modalidades con un fuerte perfil privatista y que va por la destrucción de la escuela pública:  desde el cierre de institutos de formación docente y la creación de la UniCaba, la reforma en media con la “Secundaria 2030 o Del Futuro” que atenta contra las condiciones de trabajo de los docentes y que condena a los estudiantes a una educación al servicio de las empresas como mano de obra gratuita, pasando por el traspaso de los docentes de idiomas a la GOLE.