Cerramos un año de lucha

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Un año en el que la docencia de la Ciudad y de todo el país ha dado grandes pruebas de su compromiso con la educación pública, de su tenacidad en la lucha por la defensa de nuestros derechos laborales, sociales, económicos. Un año más de lucha de las docentes mujeres trabajadoras que venimos desde hace décadas peleando por nuestras reivindicaciones más sentidas, entre las que se encuentra la legalización del aborto y dando batalla día a día por la instrumentación de la ESI en todas las escuelas.
En la Ciudad, venimos desde hace ya largos años peleando contra el intento de vaciamiento de la educación pública y contra todas las políticas neoliberales que han avanzado contra nuestro Estatuto, nuestro salario, que han empobrecido la educación, que han precarizado nuestras vidas y trabajos y también las de las miles de familias que son parte de la comunidad educativa. Venimos desde hace tiempo luchando contra las políticas de los organismos multinacionales que buscan desplegar en la educación una lógica meritocrática y neoliberal, con injerencia de empresas privadas, con descentralización y fragmentación educativa a nivel nacional, con presupuestos que no alcanzan, con reformas educativas que en nada mejoran los planes de estudio, con evaluaciones atadas a estándares internacionales externos totalmente a nuestros contextos educativos. Recetas todas que no se restringen al macrismo y que largamente han sido impulsadas por los gobiernos nacionales anteriores.
La docencia de todo el país sabe de las dificultades que venimos teniendo desde hace décadas. Sabemos de ser tildados de vagos y vagas, a pesar de trabajar dos cargos, de hacer cursos para formarnos más año a año, de largas horas a la madrugada corrigiendo y preparando clases, de gastar en materiales aún cuando nuestros sueldos no nos alcanzan, de llegar a casa y cuidar y mimar a nuestras hijas e hijos pero también del trabajo hogareño que nadie nos paga.
Cerramos el año con un nuevo gobierno que a poco de andar nos pide a nosotras y nosotros trabajadores que hagamos un esfuerzo, que pongamos de nuestra parte para sacar adelante el país, que cedamos parte de nuestras futuras y actuales jubilaciones, que hemos justamente merecido luego de arduas luchas. Se nos pide que aceptemos un acuerdo con aquellos que durante todos estos años saquearon nuestras riquezas, que se hicieron millonarios apoyando a los gobiernos de turno. Se nos dice que nuestro esfuerzo y nuestras privaciones y miserias y las de nuestros 6 millones de pibes y pibas que viven en la pobreza se tienen que ajustar aún más, en pos de pagar una deuda externa que no generamos, que no pedimos y que como se ha admitido, no se han usado para mejorar la educación ni la salud ni la vivienda, sino que esos miles de millones de dólares se los llevaron los grandes empresarios locales y extranjeros que fugaron capitales y engordaron sus ya grandes arcas.
Por ello, desde Ademys, decimos que no estamos dispuestas y dispuestos a ningún tipo de acuerdo con quienes se han beneficiado durante estos largos años. No podemos sentarnos a las mesa en las mismas condiciones con la UIA, la SRA, con los dueños de la tierra y los grandes capitales que ganaron millones y que deberían pagar impuestos a la renta extraordinaria, como banqueros, empresas privatizadas de servicios, mineras y otras grandes corporaciones que apoyaron el macrismo y las políticas de ajuste del FMI, con las burocracias sindicales que han negociado, pactado y frenado las legítimas luchas de nuestro pueblo. No es de la clase trabajadora de donde tiene que salir el esfuerzo y los recursos para paliar la situación de actual crisis que vive nuestro país. Riqueza hay de sobra, acumulada en un sector social que se benefició de la fiesta de unos pocos, que viene saqueando nuestras riquezas y nuestros recursos naturales. Es allí en donde debe buscarse a los responsables de la actual situación y a quienes debe hacerse pagar las cuentas.
Cerramos un año de lucha, con la certeza de que hemos defendido los intereses de la docencia, de la educación pública, de las familias y comunidad educativa.
Cerramos un año con la certeza de que el año que empieza, nos encontrará en las calles peleando por esos mismos derechos.

¡Le deseamos a todos y todas un muy buen comienzo de año y unas muy buenas vacaciones!