Ni una piba más víctima de violencia, de abusos, de maltratos, de femicidios, de desapariciones. Declaración Red de docentes, familias y organizaciones del Bajo Flores, D.E. 19, 11 y 8

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Compartimos la declaración elaborada por la red de docentes, familias y organizaciones del Bajo Flores, Distritos escolares 19, 11 y 8.

Layla desapareció el 22 de octubre y luego de un camino de lucha apareció con vida el 2 de noviembre. Creemos que esta desaparición no es un caso aislado. Hace tiempo venimos trabajando desde una red docentes, familias y organizaciones en el bajo flores por acosos y abusos a través de Facebook a nuestras alumnas de diferentes escuelas.

Hemos realizado este material a fin de comunicarnos con las diferentes escuelas de C.A.B.A y trabajar en conjunto, luego de haber transitado un camino de experiencia y organización ante estas situaciones.

A un grupo de niñas de entre 10 y 15 años, que viven en la 1-11-14 hay algo que no las dejaba dormir. Un contacto de su Facebook les mandaba solicitud de amistad para luego seducirlas. Luego comenzaban las amenazas. Les pedían que le enviaran fotos de ellas desnudas o teniendo relaciones sexuales, si no lo hacían, algo les sucedería a ellas o a sus familias. Las amenazas eran reales: estaban acompañadas de fotos de las puertas de sus casas, de datos sobre el trabajo de sus padres o sobre sus compañeros de escuela. Un día, una de las chicas se encontró con unos jóvenes encapuchados y armados que la esperaron en la puerta de su casa y la llevaron a un descampado para continuar con las amenazas. Las chicas se animaron a contarles a sus maestros lo que les pasaba. Se sentían culpables por haber aceptado en Facebook a estos contactos y temían que las retaran por haberlo hecho.
Sabemos que ante una amenaza o ataque, las nenas buscan un espacio de confianza para contar sus miedos. Así sucedió cuando hace ya casi dos meses una adolescente del barrio estalló en su casa ante los retos de su madre por la baja en el rendimiento escolar… “¡Tu me retas porque no sabes lo que me está pasando!” “¡No tienes idea de lo que estoy viviendo!”. Ese estallido, esa fuga de furia, fue la grieta que rompió el muro de silencio que las propias víctimas deciden construir creyendo que así se protegen a ellas mismas y a sus familias. La madre, desesperada, recurre, al igual que su hija, a los espacios donde sabe que la van a escuchar, donde sabe que se tomará en serio este crimen. ¿Va a la comisaría?¿va a una fiscalía? El sentido común no siempre acuerda con la realidad. Mucho menos en el barrio donde las habitaciones trepan sobre pasillos y la seguridad es garantizada por los dueños de la mafia ante los ojos y el permiso de la otra mafia, la que se viste de gendarmería o policía según la ocasión. La madre concurre a su organización, a su escuela, a sus amistades. No sólo tiene intención de que se busque a los culpables. También sabe que es allí donde se podrán detectar nuevos casos. Sabe que es ahí donde la contendrán. A ella y a su hija. Sabe que en las organizaciones sociales y en la escuela están los que la acompañarán en el sufrimiento pero también en la lucha. Finalmente pasa lo que era de esperar. La tapa se abre en la escuela y nuevos casos afloran. Nuevas familias se suman a una pregunta que ya se hace impostergable ¿Qué HACER? ¿A dónde IR?

Tratando de encontrar respuestas comenzamos a juntarnos. Somos docentes, educadorxs de diferentes escuelas que decidimos organizarnos y unirnos para buscar posibles soluciones a la problemática del abuso a través del Facebook de nuestras pibas. Creamos una red, docentes-familias-organizaciones:redfliasdocentesorganizaciones@gmail.com que se fue ampliando, semana a semana, fuimos invitando más compañerxs y más organizaciones.

Una vez  en contacto, la unidad y la organización fue fruto de nuevas formas de pensamiento, de lucha, de construcción colectiva, de acompañamiento. Entre docentes, educadorxs fuimos encontrándonos una vez por semana para intercambiar, poner nuestros saberes en juego para ir creando alternativas. Lo primero que hicimos fue conocer las diferentes instituciones para ver donde era mejor hacer la denuncia: Brigada niñas, Ufisex, Protex, cámara penal. También aprendimos que NUNCA la denuncia debe caer en la COMISARÍA. Consultamos en nuestras organizaciones poniendo abogadxs a disposición para acompañar las denuncias, ya que muchas veces las familias no son bien recibidas o no pueden expresar bien su problema.

En este tiempo aprendimos, por ejemplo, que si desde el barrio se hace la denuncia en la comisaría 34, y si la familia soporta el manoseo y el maltrato que allí le darán y logra que le tomen declaración, la causa pasará indefectiblemente al juzgado de instrucción de Nueva Pompeya  y parque patricios, cuyo fiscal, Adrián Giménez tiene un historial nefasto de causas sobre abusos a menores, gatillo fácil, desaparecidas, y asesinatos.

Desde la red, junto al sindicato Ademys estaremos recorriendo escuelas brindando apoyo a las instituciones para que nuestras pibas puedan hablar y ser acompañadas en este difícil momento.

El caso Layla debe ser un punto bisagra que no permita que ninguna de nuestras pibas esté sola. Somos docentes comprometidxs, queremos acompañar a las familias porque entendemos que la escuela y la comunidad deben luchar juntas. La zona sur siempre ha sido la más afectada para hacer carne las miserias de un sistema injusto. No queremos ser cómplices por omisión de este abandono.

Exigimos al Ministerio de Educación de la ciudad que se haga presente en el conflicto, que habilite jornadas pedagógicas abordando el tema y que facilite el transporte seguro hacia las escuelas.

Exigimos que la justicia investigue como se debe y a quien se debe, que dejen de proteger a las mafias y encuentren a los culpables de las amenazas. Que se unifiquen las causas que ya están iniciadas y que allí se incorporen todos los casos que ya están comenzando a aparecer. Exigimos que se revea el accionar de la fiscalía N° 3 y su juzgado número 32, donde nada se hizo más que tomar declaraciones durante mes y medio. Exigimos la renuncia del fiscal Giménez quien desde su fiscalía de Pompeya, no sólo planchó la causa de Layla sino que además maltrató a las familias que intentaron aportar datos y, como corolario está guiando la investigación y enviando información cargada de intencionalidad a los medios donde acusa a la familia de la menor de ser la culpable de la desaparición.

Ni una piba más víctima de violencia, de abusos, de maltratos, de femicidios, de desapariciones.

Sumate a la red!!!  Arma la propia en tu distrito!!!!

Red: docentes-familias y organizaciones del bajo flores, D.E 19,11 y 8