No a la detención de Milagro Sala y la represión en Jujuy. Contra la criminalización de la protesta en el país y en las provincias

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El sábado 16 de enero fue detenida la dirigente de la agrupación “Tupac Amaru” de Jujuy, Milagro Sala, acusada por el gobierno radical-macrista de Gerardo Morales de “instigación al delito y tumulto”. En estas horas, el gobierno lanzó la amenaza bajo represión de que se desaloje la Plaza Belgrano de San Salvador de Jujuy ocupada por manifestantes de organizaciones ligadas a Sala.

La detención de Sala constituye una escalada en la criminalización de la protesta social, y debe leerse en sintonía con las represiones sufridas en un breve lapso por los trabajadores de Cresta Roja y los municipales en La Plata. El gobierno de Macri y sus políticas de ajuste requieren represión sobre la protesta. Pero ni la represión, ni la persecución a dirigentes políticos se inician con el macrismo: la condena a perpetua de los petroleros de Las Heras, la reciente condena a docentes y camioneros en Tierra del Fuego a instancias de la gobernadora saliente, Fabiana Ríos, y la propia Ley Antiterrorista son parte del legado del kirchnerismo. Esta última ley, de la cual junto con numerosas organizaciones sociales y sindicales exigimos su derogación, es el andamiaje jurídico y legal para la persecución de la protesta social en el país y en cada una de las provincias.

A la par que no ocultamos nuestras marcadas diferencias políticas con Milagro Sala, con sus mecanismos de construcción y su estructura política (clientelismo, burocratización de la organización barrial, manejo discrecional de millones de pesos sin rendir cuentas a nadie, fraude laboral y aprietes patoteriles, entre otras cuestiones), entendemos que su detención (enmarcada en una acción de protesta) y la orden de desalojo de la Plaza Belgrano, merecen el máximo repudio de todas las organizaciones políticas y sindicales.
Los gobiernos nacional y provinciales, macristas, y de otros signos políticos -incluso del PJ-FpV- buscan regimentar y disciplinar a los trabajadores, sea cooptando a las organizaciones sindicales y populares, o con la represión y judicialización directa, con el objetivo de mostrar “gobernabilidad” y margen para aplicar un ajuste a la clase trabajadora en beneficio del empresariado.
Contra la represión y el ajuste, es más necesario que nunca la organización independiente de los trabajadores y todos los sectores populares. Exigimos la libertad de Milagro Sala, el desprocesamiento de todos los luchadores populares, como los petroleros de Las Heras y los docentes y camioneros de Tierra del Fuego. Derogación de la Ley Antiterrorista.