En el mes de noviembre, los alumnos de 4to grado de 150 escuelas de la Ciudad de Buenos Aires, elegidas por la Unidad de Evaluación Integral de la Calidad y Equidad Educativa, participarán de las pruebas PIRLS que evalúan las competencias en comprensión lectora.
Tal como lo señalamos para las pruebas PISA y TIMSS, desde Ademys rechazamos este tipo de evaluaciones porque consideramos que una evaluación externa, que compara el rendimiento de nuestros alumnos con los de otros países insertándonos en un ranking comparativo, no nos ayudará a mejorar la educación de nuestra Ciudad. Nuestros objetivos en educación no tienen por qué correr una carrera en la misma dirección que los otros países participantes.
Estas evaluaciones estandarizadas, que desconocen la realidad de los alumnos y las escuelas, y que en muchos casos no se corresponden con el enfoque de los diseños curriculares que deben guiar nuestra enseñanza, poco tienen para aportarnos sobre lo que pasa en nuestro sistema educativo. Los sistemas educativos no son equiparables a las empresas cuyos logros pueden medirse cuantitativamente.
Por otra parte, para participar de estas evaluaciones cada país debe pagar anualmente una cuota, dinero que podría destinarse a mejorar realmente los problemas de la educación: construir y arreglar escuelas, aumentar la planta de los Equipos de orientación, aumentar el salario docente.
¡Discutamos y decidamos colectivamente, junto a las familias, la participación de nuestra escuela en estas pruebas!