La lucha por nuestros derechos es ahora

0-Noticias 3-Artículos y publicaciones educación

Sobre voucher, educación pública y cómo enfrentamos a la derecha

Amanda Martin

 Secretaria Adjunta de Ademys y profesora de Historia de la Educación Argentina y de educación media. Ex legisladora de CABA del FITu.

El programa para el área educativa de La Libertad Avanza ( LLA) no solamente avanzaría en una completa privatización del sistema educativo, sino también, en materia de conquistas laborales para la docencia, entre otros aspectos reaccionarios que esta fuerza postula en su carrera a la presidencia.

Escribimos este aporte como parte de nuestra tarea militante para organizar la lucha contra Milei y los gobiernos que, con su ajuste fondomonetarista, le allanan el camino al ascenso de la ultraderecha.

Plataforma reaccionaria

De los nueve puntos que se conocen de la plataforma electoral, podemos observar formulaciones que hacen al financiamiento, a los contenidos educativos, entre ellos la negativa a que se enseñe educación sexual integral, y a los derechos laborales de la docencia.

El primer punto dice “sistema de voucher educativo” y el segundo “Descentralizar el sistema educativo entregando el presupuesto a los padres, en lugar de dárselo al Ministerio, financiando a la demanda”.[1]

Con descentralización educativa, nos referimos a que el Estado nacional no tenga responsabilidad económica alguna sobre el sostenimiento de la educación. Esta tendencia, que se inicia aproximadamente a fines de la década del 50´del siglo pasado y da un salto entre los años 70´y, sobre todo en los 90´, profundizó la desigualdad entre provincias “más pobres y más ricas”.

La Ley de Educación Nacional sancionada en el año 2006 bajo el kirchenrismo que, supuestamente, es presentada como una superación de la Ley Federal de Educación del menemismo, no toca este punto central.

El voucher, como ya se ha dicho, es una de las formas de privatización de la educación. Para resumir, sería algo así como: otorgar un ticket con un valor monetario por hija/o con los que se abonaría el costo de la escuela, sea pública o privada. La escuela debería arbitrar los medios para captar alumnos, cubrir las necesidades básicas, los salarios docentes y, si le queda resto, brindar otros servicios, convirtiendo básicamente a la escuela en una empresa con fines de lucro.

Tampoco hay elección, porque no se puede obviar las relaciones sociales que impone el capitalismo, donde no hay lugar para elegir. En la Argentina del 60% de pibes pobres, el resultado será que este ticket o cheque dependerá del ingreso de cada familia, como en el mercado en general al momento de adquirir o comprar un bien.

En todos los estudios internacionales se demuestra con evidencia que la familia pobre dependerá de la plata que pueda poner sobre el ticket que le otorguen para que la escuela sea mejor.[2]

Asimismo, otro de los puntos de la plataforma refiere a los contenidos curriculares. Dice: “Enfoque pedagógico por habilidades”, en contraposición a la construcción de conocimientos como centro y función de la escuela.

En caba conocemos muy bien este “enfoque”, porque es el que sostiene a la secundaria 2030 que firmaron todos los ministros de educación en el año 2017 y que se aplica en la “secundaria del futuro” desde 2018. Es decir, se adapta la educación a las necesidades de un mercado laboral que requiere mano de obra descalificada, de saberes superficiales, cambiantes, al servicio de la reforma laboral que los capitalistas se encuentran aplicando de hecho y que pretenden meter a fondo con ayuda de la burocracia sindical.

Por otro lado, el punto siete del programa dice “eliminar la obligatoriedad de la educación sexual integral en todos los niveles de enseñanza”.

Esto representa un retroceso de lo conquistado por la lucha de las mujeres y diversidades sexuales y de género, siendo que aún queda mucho por reclamar en relación con su aplicación efectiva y sin injerencia de las iglesias.

Milei, que presenta a la escuela pública como adoctrinadora, al referirse a la “ideología de género”, apunta a la lucha de las mujeres y diversidades sexuales y de género, pero no critica a la escuela privada, que en su mayoría es confesional.[3] Y justamente, porque lo que quiere defender Milei es a las Iglesias, para perpetuar así la subordinación de las mujeres al servicio de un régimen social de explotación.

En resumen, lo que Milei quiere es imprimirle su orientación, sus propios contenidos. Quiere que la escuela enseñe negando el terrorismo de Estado, como lo expresó recientemente en el acto de la Legislatura porteña Villarruel. Quiere que se enseñe en la noción religiosa y medieval. Quiere profundizar las investigaciones y la ciencia en función de las necesidades de las empresas. Quiere prohibir y perseguir la organización estudiantil y gremial. Quiere desestimular la solidaridad colectiva, fomentar el individualismo, el respeto a la propiedad privada, típicos valores burgueses en una etapa de decadencia del sistema social.

El punto referido a los derechos laborales es claro: “Modificación del estatuto docente. Revisar la posibilidad de eliminar licencias injustificadas. Posibilidad de despido”.

El sueño de todos los capitalistas es que haya “libertad” para contratar y despedir al trabajador de la educación, como pasa en las escuelas privadas, donde reina el despotismo de la patronal.

La campaña contra los paros docentes que busca demonizar a quienes denuncian las malas condiciones educativas o salariales, son la base para que proliferen este tipo de propuestas reaccionarias. Recientemente el candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, declaró “que se van a terminar los paros por cualquier cosa” y la ministra de educación Soledad Acuña amenazó con declarar a la educación como servicio esencial, algo en lo que todo el arco político está de acuerdo.

¿Cómo nos organizamos para luchar?

Exceden los límites de este artículo analizar los aspectos de la actual crisis educativa que no se pueden negar: falta de financiamiento, reformas curriculares que degradaron los contenidos a enseñar, la superexplotación docente que cobra salarios magros, el vaciamiento de recursos educativos y, la pobreza generalizada que complejiza la tarea pedagógica. Este es el caldo de cultivo donde pueden crecer fenómenos como los de LLA.

En la lucha cotidiana por seguir defendiendo la educación pública para que no siga retrocediendo frente a los embates de los gobiernos, debemos explicar que lo que quiere aplicar Milei, de llegar a la presidencia, empeorará la situación.

Y corresponde hacerlo desde ahora, promoviendo el frente único en los sindicatos y centros de estudiantes, con la acción, la movilización y la denuncia como lo promovimos recientemente frente al acto político negacioncita de Villarruel.

Esta acción debemos hacerla desde una posición independiente políticamente de los que nos vienen gobernando, que son los responsables de habernos llevado a esta crisis educativa.

Discrepamos con los que dicen que luchar ahora es “hacerle el juego a la derecha”, como dijo Hugo Yasky sec. Gral de la CTA T, afirmando que “hacer un paro general ahora es hacerle el juego a la derecha”. Primero porque Milei y LLA aún no llegaron al gobierno y porque tenemos que enfrentar el ajuste que está aplicando el Frente de Todos a pedido del FMI.  Y segundo, porque justamente lo que favorece el voto a Milei es la desorganización, atomización y desmoralización de la clase trabajadora que ve cómo se vienen aplicando ataques constantes sin una respuesta general organizada, producto entre otros del rol de las burocracias sindicales que aíslan las luchas.

La mejor forma de enfrentar a la derecha es salir a las calles ahora, contra el hambre, por el salario, la educación y la salud. Contra la entrega al FMI que se está aplicando.

Este próximo 16 de septiembre, a 47 años de La Noche de los Lápices, el mejor homenaje que podemos hacer es salir junto al movimiento estudiantil contra los represores de ayer y de hoy.

[1] Ver en página 9 https://www.electoral.gob.ar/nuevo/paginas/pdf/ON%20135%20LA%20LIBERTAD%20AVANZA%20PLATAFORMA.pdf

[2] En un estudio reciente de AxE se calcula que a marzo de 2023 el presupuesto de caba dividido por cada estudiante no alcanzaría ni para la matrícula de una escuela privada.

[3] Recordemos que la Ley de Educación sexual integral tienen la prerrogativa que le dio el kirchnerismo a las iglesias con el artículo 5°, de impartir contenidos según su “ideario institucional” y contenidos pre científicos sobre la sexualidad, entre otros temas.