La escuela y nuestro corazón tienen memoria

0-Noticias 4-24 de marzo

La escuela y nuestro corazón tienen memoria

En tiempos duros donde la oscuridad y el negacionismo se quieren apropiar del
presente somos muchos los que decimos Nunca mas. Ese es un compromiso que
tenemos con la escuela, con las infancias, y con nuestra sociedad.
¿Por qué la escuela insiste en hacer memoria sobre los hechos ocurridos durante el
Terrorismo de Estado?
En primer lugar porque es ley. En agosto de 2002 la ley 25.633 instituye el 24 de marzo
como Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia en conmemoración de
quienes resultaron víctimas del Terrorismo de Estado.
En su artículo 2 expresa que el Ministerio de Educación de la Nación y las autoridades
educativas deben acordar jornadas alusivas al Día Nacional , que consoliden la
memoria colectiva de la sociedad, generen sentimientos opuestos a todo tipo de
autoritarismo y auspicien la defensa permanente del Estado de Derecho y la plena
vigencia de los Derechos Humanos.

En segundo lugar, insistimos con la memoria, porque es nuestro compromiso con la
democracia. Hoy , en tiempos de discursos de odio y de ataque a nuestros derechos la
escuela insiste en hacer memoria porque es así como podemos reconocer el camino
recorrido, saber de dónde venimos y lo que nos costó construir esta democracia
pequeñita pero valiosa. Para ello las madres y las abuelas de Plaza de Mayo son un
faro. Porque desde su incansable andar por la justicia nos mostraron la fuerza de la
construcción colectiva y la insistencia de decir lo que es necesario decir y escuchar.
La escuela tiene como objetivo la transmisión de conocimiento. Entonces, cuando se
vuelven a hacer preguntas viejas, cuando se habla sin fundamentos o cuando parece
que la oscuridad nos comió los recuerdos y los dueños de todo se quieren apropiar de
lo que construimos, desde la escuela, que es nuestra bandera, vamos a estar
insistiendo con la memoria. Y por eso nos propongo aclarar algunos términos que
estos días estuvieron dando vueltas por los medios de comunicación de formas muy
confusas:

Los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura cívico-militar son
acciones violentas que atentaron contra los derechos humanos. Acciones Ilegales,
cometidas sistemáticamente por el Estado y con masividad sobre la población civil. No
prescriben, eso quiere decir que los responsables deben ser juzgados sin límite de
tiempo para denunciar.

Los cargos por los cuáles fueron y son condenados , hasta el momento,los 1.207
responsables de delitos de lesa humanidad son: el secuestro ilegal, la retención en
centros clandestinos, la tortura, las violaciones, el robo de niños, la sustracción de
identidad, el exterminio, la desaparición de sus cuerpos, y el silencio absoluto ante la
justicia.

Hay 342 juicios con sentencia y quedan muchos aún sin resolver, por juzgar, y
condenar. Y este proceso legal es un derecho que tienen los genocidas. Un derecho que
se les negó a los desaparecidos. Porque si hubieran cometido un delito deberían haber
sido juzgados, no arrojados desde un vuelo de la muerte al mar.

Aún quedan por restituir más de 300 casos, de los más de 400, de niños y niñas
nacidos durante el cautiverio de sus madres, detenidas ilegalmente en centros
clandestinos de detención. A los cuales se les robó su identidad, y aún hoy , 48 años
después, no sabemos a qué familias fueron entregados y crecen en una mentira
mientras sus abuelas se van sin darles el merecido abrazo.

Y por último, son 30.000 y más también, porque en nuestro país hubo más de 800
centros clandestinos de detención, donde cumplieron tareas represivas 150.000
efectivos y en el año 1978 el Ejército argentino estimó, ante documentos
desclasificados enviados a EE.UU, que eran más de 22.000 los detenidos o asesinados
por la dictadura. Y todavía quedaban 5 años de su Plan Sistemáticos de desaparición,
tortura y exterminio de personas.

Con palabras claras deberíamos entendernos todos. Y así seguir construyendo
memoria, verdad y justicia. Si no sabemos más es porque la información es una
reconstrucción de rompecabezas realizada por los organismos , los familiares y los
sobrevivientes. Los que saben, los que registraron los números de este horror siguen
en silencio.

Por eso la escuela insiste, porque fortalecer la democracia y defender nuestros
derechos es la base de nuestro compromiso con la sociedad. Con el presente de
nuestras infancias y su futuro.
Seguiremos enseñando y aprendiendo por la Memoria, verdad y justicia.